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Wednesday, July 6, 2011

La Cruz de Motupe, donde convergen la devoción y la hipocresía

¿Qué nos haríamos sin los símbolos? Esos pedazos de tela, o notas de una canción o cualquier guijarro que tenga un “significado especial” que hoy por hoy aun se ve muy mal siquiera el criticarlos, bajo pena no solo de repudio de todo aquel fanático del símbolo de marras (más que de aquello de lo que representa) sino de hasta acciones legales por atreverse a “insultar” un objeto inanimado.

Malvada vedette que osa insultar una gloriosa bandera con sus despreciables gluteos

Ayer la Cruz de Motupe, un símbolo religioso del lugar cuyo nombre lleva había desaparecido, aparentemente robada porque en estos casos nadie quiere pensar que su amada cruz haya ascendido a los cielos por obra y gracia del santísimo. Aquí no hay de fulanito se murió porque Dios quería otro angelito”, aquí se conserva un poco más la cordura y se le llama al pan, pan y al vino, vino. Se la robaron.

Jesús habría querido una cruz así, llena adornos, de oro y plata, no?

Incluso no faltó el diario "popular" (léase, lleno de noticias sangrientas, traseros de vedettes como la de arriba y notas irrelevantes y de chismes) acusó (sin mayor pruebas, obviamente) que habían sido ateos los que robaron la cruz.

Claro, porque en un país donde la pobreza alcanza casi el 50%, un madero con varios objetos de oro y plata que alcanzarían para alimentar a una familia por bastante tiempo no sería blanco más que de un malvado ateo.

El hecho es definitivamente condenable, por mucho que nos desagrade la iglesia católica, protestante, o la que sea, el llevarse algo ajeno es repudiable. En eso creo que todos podemos estar de acuerdo.

Lo que me llama la atención es la reacción que esto ha provocado, especialmente sobre la base de querer más a un símbolo que aquello a lo que representa.

Mateo 6:19-21 dice
"No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

Ah, pero qué fácil es ignorar estos versículos cuando se trata de revestir aquello que se ama (aunque pide no ser amado de esa manera) de alhajas y adornos, cual vieja cucufata que da limosnas para limpiar su conciencia. Qué grande que es la devoción cristiana, tan solo comparable con la hipocresía con que esta se maneja para cuando le conviene.

Exodo 20:4 dice
No te hagas ningún ídolo, ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación.

Esta es una favorita de los protestantes para tirarle barro a los católicos por su devoción a la virgen, santos, mantos, santos griales, etc. Y en cierta forma tiene sentido, pues hay que ver lo mucho que se preocupan algunos devotos en que todo ande lindo, bonito en apariencia, que todo esté brillante, con oro, plata y los mejores ropajes, cuando su Jesús nunca quiso nada por el estilo, e incluso predicó en contra de acumular riquezas. Y creo que eso ya es bastante conocido, así que no me molestaré en poner el versículo.

Jesús tampoco pidió estatuas gigantescas, pero ahí está una tremenda y así como las autoridades religiosas las bendicen, así los borregos la celebran.


Y es que cuando se roban un símbolo religioso, el escándalo es indignación son
gargantuescos. Pero cuando se roba para construir uno,
a casi nadie se le mueve un pelo.


¿Y cómo es eso que “por los padres castigaré a los nietos y bisnietos? En serio, si eso se supone que vino de un Dios justo y misericordioso, que me cuenten ahora una de vaqueros.

Hoy encontraron la cruz, la cual había sido debidamente destruída y despojada de sus alhajas (“alhajas”, no “halajas”). Y como era de esperarse, el pueblo, cucufato e ignorante ha sentido la destrucción de su símbolo en carne propia. Qué importa que en aquella cruz supuestamente murió alguien que no pedía riquezas sino humildad, que no pedía ira sino perdón, que no se encarnó como rey sino como simple carpintero. Nada de eso importa, solo importa la crucecita de marras para poderlo crucificar nuevamente.

Y por supuesto, ya aparecieron quienes se apuntaron para restaurar la cruz, porque obviamente, es necesario que se restaure para que Dios siga haciendo milagros, o siga protegiendo Motupe. Si es así, hablamos de un Dios bien miserable.

PD: Este post fue escrito con colaboración de los tweets de JotaC, a quién se le hará #FF religiosamente cada viernes (es decir, cada que me acuerde y tenga ganas de hacer #FF).

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"Que esté permitido a cada uno pensar como quiera; pero que nunca le esté permitido perjudicar por su manera de pensar" Barón D'Holbach
"Let everyone be permitted to think as he pleases; but never let him be permitted to injure others for their manner of thinking" Barón D'Holbach