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Sunday, May 1, 2011

Vatican Idol: La beatificación relámpago de Juan Pablo II

Hoy el mundo católico se viste de gala para recibir a la última estrella que compartirá un espacio entre las velitas con fotos de santos y beatos a la entrada de las iglesia. Juan Pablo II, muerto hace poco más de 5 años, hoy es un beato y a solo un paso de la santidad.

Sube sube JPII


Creo que es bastante obvio el propósito de hacer esto con tanta rapidez. La iglesia católica, gracias a la pedofilia de sus sacerdotes y a la desidia de sus líderes a la hora de lidiar contra esta ha visto una baja en sus filas de adherentes, con justa razón. Obviamente esto no le hace mucha gracia. Como apunta El País:

Giancarlo Zizola, biógrafo de Wojtyla, dice: "Corren malos tiempos para la Iglesia romana, y la beatificación aparece como un intento de terapia urgente. Parecería que se busca reproducir la técnica del consenso masivo del papado anterior para cubrir la crisis actual". Zizola cree que hay un intento de movimientos como el Opus Dei y Comunión y Liberación "por apropiarse de la figura de Juan Pablo II para reforzar su papel actual".

Juan Pablo II vivió en otra época, una mucho más fácil que la que le toca a Ratzinger. Con Juan Pablo II no había una internet que difundiera sin tapujos la hipocresía y perversión de la iglesia católica. La memoria selectiva de los fieles católicos se veía ayudada por la de los medios de comunicación que no se esforzaban en darle mucha importancia a los abusos sacerdotales, pues se arriesgaba a perder al sector cucufato. Y a eso, añadámosle que el movimiento secular no estaba tan avanzado como lo está hoy.

Es por eso que Juan Pablo es recordado como alguien sublime, casi casi como un santo moderno. Y considerando la crisis que vive ahora la iglesia católica ¿por qué no aprovechar esa fama? De esta forma, la iglesia crea un puente entre esta y una feligresía que empieza a ver con desconfianza y lejanía a la iglesia que por tanto tiempo tuvo la sartén por el mango. Esta generación ahora puede decir "Ya tenemos un hombre santo de nosotros. Juan Pablo II es nuestro. Dios no nos ha abandonado"

Hay que admitir que Juan Pablo II tuvo sus aciertos, entre ellos el gestar la paz entre Argentina y Chile, o su oposición al régimen comunista (se podrá decir mucho del imperialismo capitalista estadounidense, pero no creo que haya sido peor que un régimen comunista). Pero esto de ninguna forma borra sus desaciertos, entre los cuales podemos contar su lucha en contra de los preservativos y métodos anticonceptivos por considerarlos "contrarios a la vida" y dejar que más gente se contagie de SIDA o se traigan más niños al mundo.

Y cómo podemos olvidar a Maciel

El aliado oscuro de Juan Pablo II
Cuando Wojtyla accedió al papado en 1978, Maciel ya era pederasta. Ya había tenido relaciones con mujeres; ya sufría una adicción a los opiáceos y llevaba décadas de manejos económicos. Controlaba con mano férrea a sus chicos presos en su particular voto de silencio; era señor de mentes y haciendas en la Legión de Cristo. Pero todo su poder poco tenía que ver con lo que conseguiría de la mano del nuevo pontífice. En 1978, la Legión de Cristo era apenas una congregación profundamente conservadora creada por un ambicioso sacerdote mexicano, que aún no tenía aprobadas sus Constituciones, secretista, poderosa en México y con presencia entre las élites reaccionarias de España, Italia, Irlanda y EE UU. Con Juan Pablo II, Marcial Maciel conseguiría una influencia que nunca pudo imaginar.

Quizás el buen Juan Pablo no tenía idea del tipo de persona que era Maciel. Sin embargo, conocía lo que buscaba en él, así como en otros de la misma camada:

Para su batalla, necesitaba un ejército incondicional. Ya no le valían los franciscanos, dominicos o jesuitas. Estaban demasiado comprometidos con los pobres. Fronterizos con el marxismo. Enemistados con los poderosos. Wojtyla encontró sus nuevos reclutas en el Opus, los Kikos, Lumen Dei, los carismáticos, Comunión y Liberación, Schoenstatt, San Egidio y en la Legión de Cristo. Juntos se montaron en la máquina del tiempo y rebobinaron hasta los años cincuenta. Hasta una Iglesia con un poder centralizado, sin lugar para la disidencia. Y decidieron que esa era la Iglesia de fin de siglo; la que tenía que reevangelizar el planeta. Maciel sería uno de los mariscales de campo.

Marcial Maciel murió sin haber pisado la cárcel ni haber sido juzgado por sus crímenes. Si hay un milagro que se le puede atribuir a Juan Pablo II es el haber protegido a un violador por tanto tiempo e incluso después de muerto.



Ese es el tipo al que tantos veneran, tanto viejos que ven fortalecida su fe en la iglesia a la cual se les entrenó a seguir sin chistar, como jóvenes que ven a aquella fulgurante figura de su niñez subir a los altares y arañar el cielo. Todo eso con pompa y rimbombancia, con ampollitas de sangre y demás símbolos de una era medieval que la iglesia católica se empeña en perpetuar.

Una muy astuta jugarreta de la iglesia católica, aunque no muy sorprendente tampoco. El aprovecharse de la credulidad de sus fieles es el pan suyo de cada día.

2 comments:

  1. mas plata para la iglesia,mas santos de oro para los pasillos en el vaticano,mientras millones mueren de hambre en,no te importa!reacciones,hasta cuando,que has hecho por esto?

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  2. El proceso y las categorías me parecen tan burocráticas, tan ceremoniosas, tan protocolares que de alguna forma se pierde el significado que pudiera tener. Pero aparentemente eso le gusta a la gente. Qué triste.

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"Que esté permitido a cada uno pensar como quiera; pero que nunca le esté permitido perjudicar por su manera de pensar" Barón D'Holbach
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